La economía de Irún ha crecido históricamente en torno a su posición como un centro de comercio y transporte, gracias a su ubicación fronteriza. Hoy en día, la economía de la ciudad se basa en una mezcla de industrias, incluidas la logística, el comercio y los servicios. La proximidad a Francia y el Puerto de Pasaia hacen de Irún un centro logístico clave para el comercio transfronterizo, particularmente en los sectores de transporte, almacenamiento y distribución.
El turismo es una industria en crecimiento en Irún, gracias a sus festivales culturales, monumentos históricos y la cercanía a las hermosas regiones costeras y montañosas del País Vasco. La ciudad también tiene un fuerte enfoque en el comercio, con sus mercados regulares y distritos comerciales llenos de vida que atraen a visitantes tanto de España como de Francia.
La artesanía local y la producción de alimentos también son significativas. Productos vascos tradicionales, como el txakoli (un vino regional), embutidos y quesos artesanales, se producen en las áreas circundantes, y muchos negocios locales continúan prosperando al mezclar la tradición con el emprendimiento moderno.