La gastronomía de Las Palmas está profundamente influenciada por los ingredientes locales y una mezcla de sabores españoles, africanos y latinoamericanos. Uno de los platos más emblemáticos es el de «papas arrugadas,» un tipo de patata pequeña cocida con sal y servida con la famosa salsa «mojo,» que puede ser rojo (picante) o verde (más suave). El pescado fresco, como el «vieja,» es común en muchos restaurantes, y se sirve a menudo a la parrilla con guarniciones simples que resaltan su frescura.
Las Palmas cuenta con numerosos restaurantes y bares de tapas donde se puede degustar lo mejor de la cocina canaria. El Mercado de Vegueta es un excelente lugar para experimentar la comida local y comprar productos frescos. Para los amantes de lo dulce, no pueden perderse el «bienmesabe,» un postre cremoso hecho a base de almendra que suele servirse con helado.
Además de la comida, Las Palmas tiene una fuerte cultura de cafés al aire libre y bares de vinos, donde se puede disfrutar de un buen vino canario, particularmente los tintos de la isla, mientras se contempla la vida urbana.