La arquitectura de Teguise es uno de sus mayores atractivos. Con sus edificios de estilo colonial, caracterizados por paredes encaladas y balcones de madera verde, la ciudad tiene un encanto singular que se combina a la perfección con el paisaje volcánico de Lanzarote. El centro histórico de Teguise está protegido como conjunto patrimonial, lo que asegura la conservación de su carácter único.
Uno de los principales monumentos de la ciudad es la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, situada en la Plaza Mayor. Este templo, con su impresionante torre, es un símbolo del patrimonio religioso de Teguise. Otros edificios de interés incluyen el Palacio Spínola, un magnífico ejemplo de la arquitectura colonial, y el Convento de San Francisco, que alberga un museo dedicado al arte sacro.
Para los amantes de la naturaleza, Teguise es la puerta de entrada a paisajes únicos como el Parque Nacional de Timanfaya, famoso por sus campos de lava y cráteres. Además, a poca distancia se encuentra la isla de La Graciosa, un paraíso natural con playas vírgenes y paisajes inexplorados.