Santa Cruz de la Palma es un ejemplo sobresaliente de arquitectura colonial. Su casco histórico ha sido declarado Bien de Interés Cultural, y pasear por sus calles es como hacer un viaje al pasado. Uno de los estilos arquitectónicos más destacados es el barroco canario, visible en las numerosas casas solariegas y en las iglesias que pueblan la ciudad. Los balcones de Santa Cruz, famosos por sus intrincados diseños de madera, son un emblema de la arquitectura tradicional canaria.
Entre las atracciones más importantes de la ciudad se encuentra la Plaza de España, rodeada de edificios históricos como la iglesia de El Salvador, con su fachada renacentista, y el Ayuntamiento, conocido por su patio interior renacentista. El castillo de Santa Catalina, una fortaleza bien conservada del siglo XVII, ofrece vistas panorámicas sobre el océano y la ciudad.
No se puede perder una visita al Museo de La Palma, donde se explora la historia etnográfica y arqueológica de la isla, o al Museo Naval. Los amantes de la naturaleza disfrutarán de excursiones cercanas al Observatorio del Roque de los Muchachos o los paisajes dramáticos del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente.