La economía de Santa Cruz de la Palma se sustenta principalmente en el turismo, la agricultura y la artesanía local. El turismo, en particular, juega un papel crucial, ya que la ciudad atrae a visitantes interesados tanto en su patrimonio histórico como en sus paisajes naturales. En los últimos años, el turismo de aventura, como el senderismo y la observación de estrellas, ha ganado popularidad gracias a los cielos despejados de la isla.
La agricultura, especialmente el cultivo de plátanos, es otro pilar de la economía local. El suelo volcánico rico y el clima suave hacen de La Palma un lugar ideal para el cultivo de plátanos, que se exportan a toda Europa. Además de los plátanos, la isla también produce aguacates, vino y quesos locales, todos ellos contribuyendo a su economía.
La artesanía local también es un motor económico importante. Las artesanías tradicionales canarias, como los puros hechos a mano, la cestería y la cerámica, se producen en Santa Cruz de la Palma y se exportan a otras partes de España y Europa. Estos productos únicos también atraen a turistas que buscan recuerdos auténticos y locales.