La Matanza de Acentejo tiene una historia rica y significativa que se remonta a la época de los guanches, los antiguos habitantes de Tenerife. El nombre del municipio proviene de la histórica Batalla de Acentejo, librada en 1494 entre los guanches y los conquistadores españoles. Esta batalla fue una de las pocas victorias importantes para los guanches antes de la conquista final, y su memoria sigue viva en la identidad cultural del municipio.
Culturalmente, La Matanza de Acentejo está profundamente arraigada en las tradiciones canarias. A lo largo del año, el municipio celebra diversas festividades que reflejan su herencia religiosa y agrícola. Una de las más destacadas es la Fiesta de San Antonio Abad, en la que se realizan bendiciones de animales, procesiones y eventos folclóricos que atraen a locales y visitantes. Asimismo, el municipio cuenta con una importante tradición vinícola, celebrada en el Festival del Vino y la Gastronomía, donde se exalta la producción local de vino y la cocina canaria.
Los habitantes de La Matanza de Acentejo valoran profundamente su historia y sus costumbres, lo que se refleja en los monumentos históricos y las fiestas religiosas que llenan el calendario local. Un símbolo de su pasado religioso es la Iglesia de El Salvador, una pieza clave del patrimonio arquitectónico y cultural.