La arquitectura de Hellín refleja su extensa historia, con edificios y monumentos que muestran una variedad de estilos de diferentes épocas. La Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, una iglesia gótica del siglo XVI, se erige como uno de los principales hitos de la ciudad. Su detallada cantería y su imponente torre del campanario dominan el horizonte y ofrecen un vistazo de la importancia religiosa de Hellín a lo largo de los siglos.
Otro de los tesoros arquitectónicos es el Santuario de San Rafael, un popular sitio de peregrinación ubicado en las afueras de la ciudad. Situado contra el majestuoso telón de fondo de la Sierra del Segura, este santuario ofrece tanto atractivo espiritual como paisajístico. Hellín también es conocida por sus impresionantes pinturas rupestres prehistóricas, incluidas las de la zona de Minateda, que forman parte del sitio Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO «Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica».
Para aquellos que buscan atracciones más modernas, los museos de la ciudad, como el Museo Comarcal de Semana Santa y Tamborada, ofrecen una visión de la historia y las tradiciones culturales locales. Los paisajes naturales que rodean la ciudad, incluido el cercano río Mundo y su cañón, son perfectos para los entusiastas del aire libre que buscan caminar, explorar o simplemente disfrutar de la tranquilidad del campo.