Hellín cuenta con una rica historia que se remonta a tiempos antiguos, con orígenes vinculados a las civilizaciones ibérica, romana y musulmana. A lo largo de su historia, Hellín ha sido un asentamiento importante, especialmente durante los periodos romano y cristiano. El nombre de la ciudad proviene del árabe «Hins», que significa fortaleza, lo que subraya la importancia estratégica de la zona durante la ocupación musulmana. Tras la reconquista cristiana, Hellín siguió prosperando, especialmente bajo la influencia de la Iglesia Católica.
Culturalmente, Hellín es conocida por sus celebraciones de Semana Santa, declaradas de Interés Turístico Internacional. Este evento presenta una gran procesión de imágenes religiosas acompañadas por el sonido de miles de tambores, una tradición profundamente arraigada en el patrimonio local. El evento atrae a miles de visitantes cada año y ofrece una vívida muestra de la pasión religiosa y cultural de Hellín.
Además de la Semana Santa, Hellín celebra otros festivales tradicionales, como la Romería de San Rafael, en la que los habitantes locales peregrinan al santuario de San Rafael, uno de los hitos religiosos más importantes de la zona. Estos eventos destacan la conexión profunda de la ciudad con su pasado y mantienen vivas las tradiciones para las generaciones futuras.