La agricultura sigue siendo una industria clave en Daimiel, con viñedos, olivares y el cultivo de cereales desempeñando un papel importante en la economía local. La ciudad es conocida por producir vino y aceite de oliva de alta calidad, productos que atraen tanto a turistas como a oportunidades comerciales. Daimiel forma parte de la región vinícola de La Mancha, y muchas bodegas locales ofrecen recorridos y catas, contribuyendo al creciente sector del enoturismo.
El turismo es otro motor económico, especialmente gracias a la presencia del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. El ecoturismo y el turismo rural han cobrado importancia en los últimos años, ya que los visitantes buscan la tranquilidad y la belleza natural de la zona. La ubicación estratégica de Daimiel, entre Madrid y otras grandes ciudades, también la convierte en un lugar favorable para escapadas de fin de semana y retiros de naturaleza.
En los últimos años, la artesanía local ha ganado atención, con talleres y tiendas que venden productos tradicionales como cerámica, textiles y trabajos en madera. Estos negocios no solo preservan el patrimonio cultural de la ciudad, sino que también impulsan la economía local a través del turismo artesanal.