Daimiel es una ciudad pequeña con una población de aproximadamente 18,000 habitantes. La mayoría de los residentes son españoles, aunque en los últimos años ha habido un aumento en la llegada de inmigrantes de varios países europeos y latinoamericanos, lo que ha añadido diversidad al paisaje cultural de la ciudad. La mayoría de los residentes trabajan en la agricultura, el turismo y la artesanía local, con un número creciente en los sectores de la hostelería y los servicios debido al auge del turismo.
La población se ha mantenido relativamente estable a lo largo de los años, aunque ha habido un reciente incremento de jóvenes profesionales atraídos por el ambiente tranquilo y las oportunidades económicas en los sectores del vino y el ecoturismo. El perfil demográfico de Daimiel está marcado por un fuerte sentido de comunidad, donde las tradiciones y los valores familiares juegan un papel fundamental en la vida diaria.