Tarancón posee una rica historia influenciada por las diversas civilizaciones que han dejado su huella en la península ibérica. Sus orígenes se remontan a la época romana, pero fue durante la ocupación árabe cuando Tarancón adquirió importancia estratégica debido a su ubicación. Tras la Reconquista cristiana en el siglo XII, la ciudad se convirtió en un centro importante para la agricultura y el comercio, gracias a sus fértiles tierras y conexiones con ciudades importantes como Madrid y Toledo.
Uno de los aspectos culturales más destacados de Tarancón es su fuerte tradición religiosa, especialmente durante la Semana Santa, que se celebra con gran devoción y con elaboradas procesiones por las calles. Además, la ciudad celebra anualmente la Romería de San Isidro, una peregrinación vibrante dedicada al patrón de los agricultores. Este evento atrae tanto a locales como a visitantes, con festividades que incluyen música, comida y bailes tradicionales.
El patrimonio cultural de la región también se refleja en sus artesanías, particularmente en la cerámica y el bordado, que se han transmitido de generación en generación. Los visitantes pueden conocer estas tradiciones durante ferias locales o en tiendas que se especializan en productos artesanales hechos a mano.