La historia de Abrera está profundamente arraigada en las diversas civilizaciones que han dejado su huella en Cataluña. Originalmente habitada durante la época romana, aún se pueden encontrar vestigios de antiguas calzadas y estructuras romanas en los alrededores de la ciudad. A lo largo de los siglos, Abrera experimentó influencias de los visigodos y más tarde de los moros, antes de integrarse en los reinos cristianos en expansión durante la Edad Media. Estos estratos históricos se reflejan en la arquitectura y las tradiciones culturales de la ciudad.
La ciudad es conocida por celebrar festivales tradicionales catalanes, como La Diada de Sant Jordi, donde las calles se llenan de puestos de libros y flores, creando un ambiente vibrante. Otro evento clave es la Festa Major, el festival anual de la ciudad, donde los lugareños se reúnen para desfiles, conciertos, danzas tradicionales como la sardana y fuegos artificiales. Estos festivales son perfectos para los visitantes que desean sumergirse en la cultura local y experimentar el espíritu acogedor de la comunidad.
Culturalmente, Abrera se mantiene fiel a sus tradiciones mientras abraza la modernidad. Las artesanías locales, especialmente las enraizadas en la herencia catalana, siguen practicándose, y los visitantes pueden explorar el trabajo de los artesanos locales en mercados y ferias especiales. Monumentos históricos, como la Iglesia de Sant Pere d’Abrera, son sitios clave para aquellos interesados en el rico pasado de la ciudad.