La economía de Barcelona es impulsada por una amplia gama de industrias, incluyendo el turismo, la tecnología, el comercio y la manufactura. El turismo juega un papel crucial, ya que millones de visitantes llegan a la ciudad cada año para disfrutar de su oferta cultural, sus playas y su vibrante atmósfera. El Puerto de Barcelona es uno de los más activos de Europa, no solo en términos de carga, sino también como destino de cruceros, lo que aumenta su influencia económica.
Barcelona también se ha establecido como un centro tecnológico, con numerosas startups y grandes empresas tecnológicas que operan en la ciudad. Es un actor clave en el ámbito de las startups europeas, siendo sede de eventos como el Mobile World Congress, que atrae a profesionales de todo el mundo. Otros sectores importantes incluyen la moda, la construcción y la industria farmacéutica, con varias multinacionales asentadas en la ciudad.
La ciudad es conocida por sus productos artesanales, particularmente la cerámica, los textiles y la joyería. Los mercados y tiendas artesanales ofrecen a los visitantes la oportunidad de adquirir productos locales, desde azulejos pintados a mano hasta piezas de moda de diseñadores locales.