La economía de Calella se basa principalmente en el turismo, ya que la ciudad ha sido durante mucho tiempo un destino popular tanto para visitantes nacionales como internacionales. La industria de la hospitalidad, que incluye hoteles, restaurantes y servicios de entretenimiento, es el motor principal de la economía local. Aunque el turismo alcanza su punto álgido durante los meses de verano, gracias a los eventos durante todo el año y al clima suave, el sector sigue siendo fuerte durante los meses más tranquilos.
Además del turismo, la agricultura, en particular los viñedos y los cultivos de cítricos, también juega un papel importante en la economía local. La región es conocida por sus pequeños negocios artesanales, especialmente aquellos que producen artesanías y textiles tradicionales catalanes. El comercio minorista y los servicios relacionados con el turismo y los productos locales también contribuyen al paisaje económico de Calella.
Gracias a su proximidad a Barcelona, Calella se beneficia del derrame económico de la gran ciudad, atrayendo a visitantes que buscan un ambiente más tranquilo pero cercano a una metrópoli importante. Los esfuerzos de la ciudad para promover un turismo sostenible han fortalecido su reputación como un destino consciente del medio ambiente.