Calella cuenta con una larga y rica historia, con influencias que se remontan al Imperio Romano. La ciudad experimentó un crecimiento significativo durante la Edad Media como un pueblo de pescadores y agrícola. A lo largo de los siglos, las conexiones marítimas de Calella han jugado un papel importante en su desarrollo, y hoy en día se pueden ver vestigios de su pasado histórico en su arquitectura y tradiciones. El casco antiguo de la ciudad está lleno de calles estrechas, plazas encantadoras y edificios históricos que ofrecen una visión fascinante de su pasado.
Culturalmente, Calella es un centro vibrante de tradiciones catalanas. Uno de los eventos más importantes de la ciudad es el «Aplec de la Sardana», un festival de la tradicional danza catalana que se celebra en junio y atrae a miles de personas. Otro evento destacado es el Oktoberfest de Calella, que combina la cultura bávara con la local, ofreciendo una mezcla única de cerveza, música y ambiente festivo.
Los visitantes también pueden experimentar costumbres locales, como la cocina tradicional catalana, la música folclórica y los castells, las famosas torres humanas que son parte de muchas celebraciones. Entre los monumentos históricos más importantes se encuentran la Iglesia de Santa María y San Nicolás, un bello ejemplo del gótico catalán, y el icónico Faro de Calella, símbolo de la ciudad.