La Garriga es famosa por su espléndida arquitectura modernista, con muchos edificios diseñados por destacados arquitectos del siglo XX, como Manuel Raspall. El Passeig Modernista, una de las avenidas centrales de la ciudad, exhibe varias villas bien conservadas con fachadas intrincadas, detalles en hierro forjado y jardines exuberantes, convirtiéndolo en un lugar ideal para los amantes de la arquitectura.
Las termas romanas, ahora integradas en balnearios modernos, son otra importante atracción que atrae a los visitantes interesados en el turismo de bienestar. La iglesia principal de la ciudad, Sant Esteve, ofrece una hermosa mezcla de elementos románicos y góticos. Además, los visitantes pueden explorar la Casa Raspall, una obra maestra del modernismo, y otros edificios históricos repartidos por toda la ciudad.
Para los amantes de la naturaleza, La Garriga ofrece fácil acceso al Parque Natural del Montseny, una Reserva de la Biosfera de la UNESCO, ideal para practicar senderismo, ciclismo y picnics. El parque alberga una diversa flora y fauna y es especialmente popular en otoño, cuando los bosques se llenan de vibrantes colores. Además, varios parques públicos, como el Parque de Can Terrés, ofrecen espacios tranquilos dentro de la ciudad para la relajación.