Históricamente, la economía de Manlleu estuvo impulsada por la industria textil, aprovechando el río Ter para la energía hidráulica. Aunque las fábricas textiles han disminuido en su mayoría, su legado permanece, y varios antiguos molinos y edificios industriales han sido reconvertidos en museos o centros culturales. Hoy en día, la economía de la ciudad es más diversa, con una mezcla de industrias que incluyen la agricultura, la manufactura y los servicios.
El turismo está ganando importancia en la economía de Manlleu. La proximidad de la ciudad a parques naturales y su rica herencia cultural la convierten en un destino atractivo para los visitantes que buscan una experiencia auténtica en Cataluña. Además, los negocios locales se enfocan en productos artesanales, como alimentos y artesanías, que proporcionan a los visitantes una muestra del oficio tradicional de la región.
Manlleu también es conocida por sus vibrantes mercados locales, donde los visitantes pueden comprar productos frescos y de origen local. El sector agrícola sigue siendo fuerte, especialmente en la producción de lácteos y carnes de alta calidad, que son elementos básicos de la gastronomía local.