La economía de Manresa se sustenta principalmente en la agricultura y la industria, con un enfoque particular en la producción textil, la metalurgia y la fabricación de maquinaria. Aunque ha modernizado sus sectores industriales, la ciudad mantiene fuertes vínculos con su pasado industrial. El sector de servicios también ha crecido, y el turismo juega un papel cada vez más importante en la economía local.
La agricultura local se centra en la producción de cereales, frutas y vinos, con la región vinícola del Bages cercana, conocida por la calidad de sus viñedos. Manresa también es famosa por sus productos artesanales, como la cerámica, los textiles y productos hechos a mano, que se pueden encontrar en los mercados locales y tiendas especializadas.
El turismo religioso y cultural es otro motor clave de la economía, atrayendo a miles de visitantes cada año a sus sitios históricos y festivales. La inversión en infraestructura turística es una prioridad para la ciudad, que sigue apostando por atraer más visitantes y organizadores de eventos.