La historia de Palafolls se remonta a tiempos antiguos, con influencias de culturas romanas, medievales y catalanas. El hito histórico más importante del pueblo es el Castillo de Palafolls, que data del siglo X. Esta fortaleza medieval, situada en una colina con vistas al pueblo, desempeñó un papel crucial en la defensa de la región durante la Edad Media. Las ruinas del castillo siguen siendo una atracción turística popular, ofreciendo una vista de la rica historia de la zona y de los paisajes circundantes.
Palafolls tiene profundas raíces en las tradiciones catalanas, con varios festivales y eventos culturales celebrados a lo largo del año. Uno de los más notables es la Festa Major, que se celebra anualmente en agosto y que incluye desfiles, conciertos, danzas tradicionales y fuegos artificiales. El pueblo también es conocido por su compromiso con la preservación del idioma y la herencia catalanes, lo que lo convierte en un gran destino para aquellos interesados en sumergirse en la cultura local.
Además de sus festivales, Palafolls es rico en costumbres locales, como los castells (torres humanas) y la sardana, una danza típica catalana. Los visitantes pueden explorar las iglesias históricas del pueblo y sus plazas públicas, que a menudo son el corazón de las reuniones sociales y culturales.