La arquitectura de Piera es un reflejo de su rica historia, con estilos que van desde el gótico medieval hasta el tradicional catalán. El Castillo de Piera, una fortaleza que data del siglo X, es uno de los monumentos más destacados. Aunque ha sufrido varias transformaciones a lo largo de los siglos, sigue siendo un símbolo del papel estratégico de la ciudad en la defensa medieval de la región. La iglesia parroquial de Santa María es otro ejemplo destacado de arquitectura gótica, con su impresionante campanario y su interior de gran belleza.
Además de sus monumentos históricos, Piera está rodeada de una naturaleza espectacular que ofrece numerosas actividades recreativas. Los parques y viñedos cercanos son perfectos para caminatas, rutas en bicicleta y excursiones en la naturaleza. Los visitantes también pueden realizar visitas guiadas a las bodegas locales para aprender sobre la producción de vino y disfrutar de catas de vinos.
El cercano macizo de Montserrat, con su monasterio y rutas de senderismo, es otra atracción imperdible, tanto para los peregrinos como para los amantes de la naturaleza. Piera, con sus plazas tranquilas, mercados locales y tiendas de artesanías, ofrece una experiencia auténtica de la vida rural catalana.