Rubí cuenta con una variedad de estilos arquitectónicos que reflejan su larga historia y carácter en evolución. El núcleo histórico de la ciudad incluye edificios medievales, como la Església de Sant Pere, una hermosa iglesia románica que ha sido el centro espiritual de la comunidad durante siglos. La cercana finca de Can Oriol, que en su día fue una gran casa señorial, muestra la arquitectura tradicional catalana y hoy en día funciona como un espacio para eventos culturales.
Para aquellos interesados en la arquitectura moderna, el patrimonio industrial de Rubí se refleja en varias fábricas y almacenes del siglo XIX que han sido reconvertidos para usos contemporáneos. El Celler Cooperatiu, una antigua cooperativa vinícola, es un ejemplo destacado de la arquitectura modernista y ha sido transformado en un centro cultural que alberga exposiciones y eventos.
En cuanto a las atracciones, el Museo Municipal de Rubí ofrece una visión de la historia y la cultura de la ciudad, mientras que los parques naturales circundantes, como el Parc de Ca n’Oriol, proporcionan espacios verdes para la relajación y el ocio. Los visitantes pueden disfrutar de una amplia gama de actividades de ocio, desde el senderismo en las colinas cercanas hasta la participación en eventos y exposiciones locales.