La economía de San Andrés de la Barca ha estado tradicionalmente basada en la agricultura, pero en los últimos años se ha diversificado para incluir diversas industrias como la manufactura y los servicios. La proximidad del pueblo a Barcelona lo convierte en una ubicación estratégica para negocios, particularmente en los sectores de logística y manufactura ligera. Los mercados locales continúan prosperando, especialmente aquellos que comercian con productos tradicionales catalanes, como el vino, el aceite de oliva y productos agrícolas.
El turismo, aunque no tan prominente como en las ciudades más grandes, también desempeña un papel en la economía local, atrayendo a visitantes que buscan el ambiente tranquilo del pueblo y su cercanía a los principales puntos de interés catalanes. El gobierno local ha promovido a San Andrés de la Barca como un destino para el turismo cultural y la organización de eventos, lo que ha aumentado su atractivo para los visitantes y organizadores de eventos.
Los artesanos y negocios locales también contribuyen al encanto del pueblo, produciendo artesanías de alta calidad y productos tradicionales catalanes. Esta mezcla de crecimiento industrial y artesanía tradicional ofrece tanto a los residentes como a los visitantes un entorno económico rico y variado.