La historia de Sant Cugat del Vallès se remonta a la época romana, con importantes capas históricas añadidas durante la Edad Media. Uno de los monumentos más destacados de la ciudad es el Monasterio de Sant Cugat, una abadía benedictina construida entre los siglos IX y XIV. Este monasterio fue un centro espiritual y cultural durante la Edad Media y sigue siendo una importante atracción turística hoy en día, conocido por su claustro románico y arquitectura gótica.
La cultura de la ciudad refleja sus raíces históricas, combinando las costumbres tradicionales catalanas con un aire cosmopolita moderno. Festividades anuales como la Festa Major en junio y Sant Medir en marzo son celebraciones profundamente arraigadas en la tradición local, con desfiles, danzas tradicionales y vibrantes reuniones comunitarias. Además, Sant Cugat es conocida por su comunidad artística, albergando diversas exposiciones de arte, producciones teatrales y festivales de música durante todo el año.
La población local otorga gran importancia a la preservación de la lengua y cultura catalana, con muchas celebraciones, literatura y programas educativos centrados en el patrimonio regional. Los visitantes pueden sumergirse en esta riqueza cultural, lo que hace de Sant Cugat un destino gratificante para quienes buscan explorar las auténticas tradiciones catalanas.