San Fructuoso de Bagés tiene una historia rica que se remonta a la época romana, con influencias posteriores de los visigodos, los moros y los reinos cristianos medievales de Cataluña. El nombre del pueblo proviene de San Fructuoso, un mártir cristiano, lo que refleja el profundo legado cristiano del lugar. A lo largo de los siglos, San Fructuoso de Bagés ha sido un importante centro agrícola y de comercio, manteniendo sus raíces históricas mientras se ha adaptado a los tiempos modernos.
El pueblo es conocido por sus tradiciones culturales profundamente arraigadas en la identidad catalana. Uno de los eventos más importantes es la «Festa Major», que se celebra a finales de agosto, donde se presentan danzas tradicionales catalanas, procesiones y fuegos artificiales. Otro evento significativo es Sant Antoni Abat, donde los locales desfilan con sus animales por las calles para recibir bendiciones, seguido de festines y celebraciones comunitarias.
Entre sus monumentos históricos se encuentra la Iglesia Románica de Sant Benet de Bages, un monasterio benedictino cercano, que es uno de los tesoros arquitectónicos de la región y un lugar imperdible para los amantes de la historia.