San Pedro de Ribas combina estilos arquitectónicos tradicionales catalanes con monumentos medievales y toques modernos. Uno de los puntos arquitectónicos más importantes es la Iglesia de Sant Pere, un hermoso ejemplo de arquitectura románica con elementos góticos. Esta iglesia domina el horizonte de la ciudad y es un destino imprescindible para aquellos interesados en sitios religiosos históricos.
El municipio también cuenta con varias masías señoriales y casas rurales tradicionales que reflejan su pasado agrícola. Muchas de estas antiguas casas han sido restauradas y ahora funcionan como museos, hoteles boutique o espacios para eventos. Las calles estrechas del casco antiguo están llenas de edificios encantadores, ofreciendo a los visitantes un vistazo al pasado mientras exploran tiendas locales y cafeterías.
Para los amantes de la naturaleza, el cercano Parque Natural del Garraf es una gran atracción. Con su terreno accidentado y formaciones de piedra caliza, el parque ofrece numerosas actividades al aire libre, como senderismo y avistamiento de fauna. Además, la proximidad a las playas de Sitges lo convierte en un lugar ideal para una escapada costera. San Pedro de Ribas también cuenta con varios parques públicos bien cuidados, ideales para relajarse o para organizar eventos al aire libre.