Históricamente, Santa María de Palautordera ha sido una comunidad agrícola, con un enfoque en la agricultura y las artesanías locales. Hoy en día, la agricultura sigue siendo importante, especialmente el cultivo de viñedos y olivares, que contribuyen a la producción de vinos locales y aceite de oliva. La ciudad también ha abrazado el turismo, gracias a su proximidad al Parque Natural del Montseny y su atractivo como un refugio pacífico lejos de las ciudades más grandes.
Los negocios locales prosperan en el sector de la hospitalidad, con muchos hoteles familiares, casas de huéspedes y alojamientos rurales que atienden a los visitantes. El ecoturismo es otra industria en crecimiento, con la ciudad haciendo hincapié en experiencias de viaje sostenibles y productos locales orgánicos. Las artesanías, como la cerámica y los textiles, también son populares, y muchos talleres y mercados exhiben el talento de los artesanos locales.
El turismo, particularmente enfocado en la naturaleza y el bienestar, se ha convertido en un importante motor económico para Santa María de Palautordera. La ciudad ha cultivado una reputación de ofrecer una experiencia tranquila y rejuvenecedora, atrayendo a visitantes que buscan desconectar de la vida urbana y sumergirse en la naturaleza.