Terrassa tiene una historia rica que se remonta a la época romana, cuando se conocía como Egara. En aquel entonces, fue un asentamiento romano importante, y con el tiempo, evolucionó como un centro relevante durante el período medieval, especialmente en el ámbito religioso y cultural. Entre sus monumentos más notables se encuentran las iglesias visigóticas y románicas de Sant Pere, Sant Miquel y Santa Maria, que forman un conjunto histórico destacado.
Durante el siglo XIX, Terrassa jugó un papel clave en la Revolución Industrial de Cataluña, especialmente en la industria textil. Este desarrollo industrial marcó profundamente la identidad económica y cultural de la ciudad, dejando un legado que aún hoy se refleja en su arquitectura y vida urbana.
La ciudad también es conocida por su dinámica vida cultural, con festivales anuales que celebran tanto tradiciones locales como expresiones artísticas contemporáneas. El Festa Major, celebrado en julio, es un evento destacado que combina música, bailes tradicionales y fuegos artificiales. Asimismo, el Festival Internacional de Jazz de Terrassa, uno de los más importantes en Europa, atrae a amantes de la música de todo el mundo.