La arquitectura de Vallirana es una mezcla armoniosa de diseño catalán tradicional y modernas influencias. El pueblo está salpicado de encantadoras casas rurales, o «masías», que son típicas del paisaje rural catalán. Estas casas rústicas suelen estar rodeadas de viñedos y olivares, lo que refleja el pasado agrícola de la región. El pueblo también cuenta con varias villas modernistas, que reflejan las tendencias arquitectónicas del siglo XX, cuando Cataluña experimentó un renacimiento cultural.
Una de las principales atracciones de Vallirana es la cercana L’Avenc de l’Esquerrà, una gran cueva popular entre los espeleólogos y aventureros. El pueblo también cuenta con numerosos parques y espacios verdes, ideales para hacer senderismo, hacer picnics o simplemente disfrutar de la belleza natural de la región. Los visitantes suelen explorar las montañas circundantes, como las sierras del Garraf y del Ordal, para obtener impresionantes vistas panorámicas y disfrutar de actividades al aire libre.
Para aquellos interesados en la historia local, los restos de antiguos asentamientos íberos en la zona ofrecen una fascinante visión del pasado prerromano de la región. El pueblo también tiene varios monumentos que reflejan su herencia agrícola, como prensas de vino tradicionales y molinos de aceite de oliva, que a menudo forman parte de visitas guiadas que exploran las tradiciones artesanales de Vallirana.