Vallirana tiene una rica historia que refleja las diversas influencias culturales de Cataluña. Ha sido testigo de la presencia romana, visigoda y musulmana a lo largo de los siglos, y todas han dejado su huella en el paisaje cultural del pueblo. Históricamente, Vallirana ha sido un cruce de caminos entre las regiones interiores y costeras, lo que contribuyó a su importancia como centro comercial y agrícola. Durante la Edad Media, el pueblo floreció, siendo la agricultura y la producción de vino centrales para su economía.
Culturalmente, Vallirana celebra su herencia a través de varios festivales anuales, siendo el más destacado la Festa Major, que se celebra en agosto y es una vibrante muestra de música, danza y gastronomía tradicional catalana. Los visitantes también pueden disfrutar de costumbres locales como los «castellers» (torres humanas) y las danzas «sardana», que son elementos icónicos de la cultura catalana.
Uno de los hitos más destacados del pueblo es la Iglesia de Sant Mateu, que data del siglo XII y representa una mezcla de estilos arquitectónicos románico y gótico. Otros puntos culturales importantes incluyen ferias agrícolas tradicionales y eventos que honran la herencia vinícola y agrícola de la región.