La arquitectura de Vilanova del Camí es un reflejo de su crecimiento histórico, con una mezcla de estructuras tradicionales catalanas, influencias modernistas y diseños contemporáneos. Aunque la ciudad no cuenta con sitios patrimonio de la UNESCO, alberga varios monumentos importantes que vale la pena visitar. Entre ellos se encuentra la Iglesia de Sant Hilari, un encantador ejemplo de arquitectura gótica catalana, que se erige en el corazón de la ciudad. Su simplicidad y significado histórico la convierten en un lugar de interés cultural y espiritual para los visitantes.
Los amantes de la naturaleza pueden disfrutar del cercano Parc Fluvial del Anoia, un parque que corre a lo largo del río Anoia y ofrece caminos pintorescos para caminar, áreas de picnic y oportunidades para el ciclismo. Este espacio es ideal para familias o aquellos que busquen pasar un día relajado en un entorno natural. Los interesados en la historia pueden visitar el Museu de la Pell d’Igualada, ubicado en la vecina Igualada, donde se explora la historia de la industria del curtido de cuero en la región.
Otras atracciones incluyen las plazas y mercados locales, que ofrecen una ventana a la vida cotidiana de los residentes. Los mercados son especialmente animados los fines de semana, con puestos de productos frescos, artesanías y comida que reúnen a locales y turistas en un ambiente festivo.