Villanueva y Geltrú cuenta con una historia rica y diversa, que se remonta a la época romana. La ciudad surgió de la fusión de dos asentamientos: Villanova, un pequeño pueblo pesquero, y Geltrú, una comunidad más cercana al interior. A lo largo de los siglos, la ciudad ha estado bajo diversas influencias, desde los romanos y los moros, hasta el dominio cristiano durante la Reconquista. En la Edad Media, Villanueva y Geltrú creció como un importante centro de comercio marítimo, protegido de los piratas por sus fortificaciones.
Hoy en día, la ciudad es conocida por su vibrante vida cultural. Uno de los festivales más destacados es la Fiesta Mayor, que se celebra en agosto con desfiles, fuegos artificiales y bailes tradicionales. El Carnaval de Villanueva y Geltrú es otro evento que atrae a visitantes de toda Cataluña, con su ambiente festivo y coloridos disfraces. Además, la ciudad cuenta con costumbres locales profundamente arraigadas, como la celebración de Sant Antoni Abat, que honra las tradiciones agrícolas y marítimas de la región.
En términos culturales, Villanueva y Geltrú está fuertemente ligada a la identidad catalana, siendo el catalán la lengua principal, aunque el español también es ampliamente hablado. Entre sus monumentos más importantes se encuentran el castillo de la Geltrú y varias iglesias y edificios cívicos que reflejan su legado histórico.