Blanes cuenta con una rica historia que se remonta a la época romana, cuando era conocida como Blanda. A lo largo de los siglos, la ciudad ha sido testigo de la influencia de romanos, visigodos y moros, quienes han dejado su huella en la cultura y la arquitectura local. En la Edad Media, Blanes se desarrolló como un pueblo de pescadores y más tarde se convirtió en un importante puerto comercial en el Mediterráneo. A día de hoy, su legado histórico se puede ver en sus calles empedradas y en los antiguos monumentos que adornan la ciudad, como los restos de castillos medievales y torres de vigilancia.
Culturalmente, Blanes es famosa por sus festividades y tradiciones. Uno de los eventos más destacados es el Concurso Internacional de Fuegos Artificiales, que se celebra en julio como parte de la Festa Major de Santa Anna, la patrona de la ciudad. Este evento atrae a visitantes de todo el mundo y convierte a la ciudad en un vibrante festival de luces, música y tradiciones catalanas. Otra festividad importante es el Día de Sant Jordi en abril, donde los locales celebran la herencia cultural catalana con ferias de libros, puestos de flores y diversas actuaciones culturales.
Blanes mantiene sus profundas tradiciones marítimas, y los visitantes pueden presenciar costumbres locales como la “sardana”, un baile tradicional catalán, o explorar sitios históricos como la Iglesia de Santa María, que es un claro ejemplo del pasado medieval de la ciudad.