La economía de Cassà de la Selva ha estado tradicionalmente centrada en la agricultura y la producción de corcho. A lo largo del siglo XIX, la ciudad se convirtió en un importante centro de la industria corchera, que abastecía a las principales regiones vinícolas de Europa. Aunque la importancia de esta industria ha disminuido con el tiempo, su legado cultural sigue siendo evidente en las fiestas locales y en los museos dedicados al corcho.
Hoy en día, la economía de Cassà de la Selva es más diversa, con un enfoque creciente en el turismo, la agricultura ecológica y la pequeña manufactura. La producción de vino y aceite de oliva de alta calidad sigue siendo una fuente importante de ingresos, aprovechando las fértiles tierras de la región. Asimismo, el turismo, especialmente el turismo sostenible y ecológico, ha ganado terreno, atrayendo a visitantes interesados en experimentar el entorno rural y las tradiciones locales.
El sector artesanal también juega un papel importante, con pequeños talleres dedicados a la cerámica, textiles y productos derivados del corcho. Estas empresas familiares ofrecen productos únicos que atraen tanto a los locales como a los visitantes.