Girona está bien conectada por diversas formas de transporte. El Aeropuerto de Girona-Costa Brava, situado a unos 12 kilómetros del centro, ofrece vuelos nacionales e internacionales, lo que facilita la llegada de visitantes de todo el mundo. La ciudad también cuenta con una excelente conexión ferroviaria, con trenes de alta velocidad (AVE) que la enlazan con ciudades como Barcelona, en tan solo 40 minutos, y Madrid. Los trenes regionales permiten un fácil acceso a otras partes de Cataluña y a la frontera con Francia.
Dentro de la ciudad, Girona dispone de un sistema de transporte público basado en autobuses que cubren tanto el área urbana como las zonas circundantes. El centro histórico es compacto y fácil de recorrer a pie, lo que permite a los visitantes explorar sus encantos sin necesidad de transporte. Girona también es una ciudad amigable con las bicicletas, con numerosos servicios de alquiler y rutas ciclistas tanto dentro como fuera de la ciudad.
Para quienes viajan en coche, Girona está conectada a importantes autopistas, lo que facilita el acceso desde Barcelona, la frontera francesa y otras zonas de Cataluña. Hay aparcamientos disponibles en varias partes de la ciudad, aunque muchos visitantes prefieren dejar el coche en las afueras y disfrutar del centro a pie.