El turismo es el principal motor económico de La Escala, con sus playas, sitios históricos y festivales culturales atrayendo a visitantes de todo el mundo. La pesca ha sido durante mucho tiempo una industria importante, y la producción de anchoas sigue siendo un negocio clave en la localidad. Las anchoas del pueblo son reconocidas internacionalmente por su calidad, y las fábricas locales continúan salando y preservándolas mediante métodos tradicionales.
La agricultura también desempeña un papel en la economía local, con olivares, viñedos y el cultivo de hortalizas que contribuyen a la producción de la región. La producción de vino en la cercana región del Empordà es notable, y varias bodegas locales ofrecen catas y recorridos, atrayendo a entusiastas del vino que visitan La Escala.
En los últimos años, el pueblo también ha ganado reputación como un centro para deportes acuáticos, gracias a sus condiciones costeras favorables, lo que ha impulsado el crecimiento de servicios turísticos relacionados, incluidos alquileres de barcos, escuelas de buceo y excursiones de vela.