La arquitectura de Olot es una mezcla fascinante de estilos históricos y belleza natural. La ciudad es famosa por su combinación de estilos medieval, modernista y neoclásico, lo que le otorga un encanto especial. Entre los edificios más significativos está la Iglesia de Sant Esteve, una impresionante construcción barroca que alberga un hermoso retablo en su interior. Además, el Claustro de los Carmelitas y la capilla del Volcán Montsacopa, que se encuentra en la cima de uno de los volcanes inactivos de la ciudad, combinan la historia con la naturaleza de manera única.
El modernismo también ha dejado su huella en Olot, con edificios notables como la Casa Gaietà Vila, que destaca por su intrincado diseño y elegante arquitectura. Para los amantes de la naturaleza, el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa es un atractivo imprescindible. Los visitantes pueden explorar diversos senderos que atraviesan cráteres volcánicos antiguos y frondosos bosques. Uno de los lugares más famosos es la Fageda d’en Jordà, un bosque de hayas que crece sobre una colada de lava y ofrece un ambiente mágico, especialmente en otoño cuando las hojas adquieren tonos dorados y rojizos.
Los museos también son un punto destacado de Olot, como el Museo de la Garrotxa, que exhibe obras de la Escuela de Arte de Olot y presenta exposiciones sobre la historia y la industria local. Ya sea que te atraiga la arquitectura histórica, los paisajes volcánicos o el patrimonio artístico, Olot ofrece una amplia gama de atracciones cautivadoras.