La economía de Puigcerdá se basa en gran medida en el turismo, especialmente en los deportes de invierno y las actividades al aire libre. Gracias a su proximidad a estaciones de esquí de renombre, la ciudad atrae a numerosos turistas durante la temporada de invierno, lo que impulsa la industria hotelera y de servicios. Durante el verano, Puigcerdá sigue siendo un destino popular para los amantes del senderismo, el ciclismo y el turismo rural.
Además del turismo, la agricultura y la ganadería tienen un papel importante en la economía local. Los productos lácteos, las carnes y las verduras de la región son muy valorados, y los mercados locales ofrecen una gran variedad de productos frescos. Puigcerdá también cuenta con una tradición artesanal en la fabricación de productos de madera y cerámica, que son parte del patrimonio cultural de la zona.
El comercio transfronterizo con Francia también es un factor económico clave para Puigcerdá, ya que su ubicación en la frontera facilita el intercambio de bienes y servicios entre ambos países.