La economía de Ripoll ha estado históricamente impulsada por las industrias del hierro y la metalurgia, que se remontan a la Edad Media. Estas industrias desempeñaron un papel crucial en el desarrollo de la ciudad, y su legado aún se puede ver hoy en día en la artesanía local y los productos de metal. Si bien la metalurgia sigue siendo parte de la identidad de Ripoll, la ciudad se ha diversificado con el tiempo, y el turismo es ahora un motor económico clave.
En los últimos años, Ripoll se ha convertido en un destino popular para el turismo cultural, los deportes de aventura y los amantes de la naturaleza. La ubicación de la ciudad cerca de los Pirineos y sus monumentos históricos atraen a visitantes de toda España y más allá. La agricultura también juega un papel en la economía local, siendo prominente la ganadería y los productos lácteos en la región.
Además, Ripoll tiene una creciente reputación por sus artesanías y productos locales. Los visitantes pueden encontrar productos de metal hechos a mano, así como especialidades regionales como embutidos, quesos y otros productos tradicionales catalanes en tiendas y mercados locales.