La economía de Salt ha evolucionado significativamente desde sus días como centro textil. Hoy en día, la ciudad se apoya en una economía diversificada que incluye el comercio minorista, los servicios y la manufactura a pequeña escala. Su ubicación dentro del área metropolitana de Girona le permite actuar como un importante centro comercial, atrayendo a compradores de localidades cercanas.
El turismo también está en auge, impulsado por la proximidad de Salt a destinos populares como la Costa Brava y los Pirineos. Los productos locales, como artesanías y alimentos tradicionales, juegan un papel importante en el comercio de la ciudad, y los mercados locales ofrecen una muestra de la vida cotidiana en Salt.
Además de su economía basada en el comercio y los servicios, Salt es conocida por su comunidad de pequeñas empresas, muchas de ellas de gestión familiar. Los productos locales, desde alimentos frescos hasta artesanías, son altamente valorados por los visitantes que buscan llevarse un pedazo de la cultura catalana.