San Felíu de Guíxols es una ciudad con una rica mezcla de estilos arquitectónicos que reflejan su evolución histórica. Uno de sus edificios más representativos es el Monasterio de Sant Feliu, que combina elementos del románico, gótico y barroco. Su característica más notable es la Porta Ferrada, una estructura románica que data del siglo X y que se ha convertido en el símbolo arquitectónico de la ciudad.
La ciudad también alberga ejemplos de la arquitectura modernista, como el Casino La Constància, cuya fachada colorida y diseño ornamentado llaman la atención de los visitantes. Este contraste entre lo antiguo y lo moderno es una de las características que hacen de San Felíu de Guíxols un lugar tan atractivo para los amantes de la arquitectura.
Entre las atracciones naturales, destacan los jardines de Cap Roig, que ofrecen vistas espectaculares del Mediterráneo y albergan una increíble colección de plantas mediterráneas y exóticas. Otros lugares de interés incluyen el Parc de les Dunes y las diversas calas escondidas a lo largo de la costa, perfectas para hacer senderismo o simplemente disfrutar de la naturaleza.