La arquitectura de Mollerussa es una mezcla de estilos tradicionales y modernos. Aunque la ciudad no cuenta con sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, su encanto reside en la autenticidad de sus calles, plazas y edificios públicos. La iglesia de Sant Jaume, con su impresionante campanario, es un símbolo de la ciudad y un excelente ejemplo de la arquitectura religiosa catalana.
Uno de los atractivos más singulares de Mollerussa es el Museu de Vestits de Paper, un museo dedicado a la exhibición de vestidos de papel diseñados por artesanos locales, lo que destaca el espíritu creativo de la región. Este museo es una parada obligada para quienes están interesados en la artesanía y la historia del arte textil.
La ciudad también cuenta con varios parques, como el Parc de la Serra, que ofrece un entorno relajante y agradable para pasear o celebrar eventos al aire libre. Además, las esculturas y las instalaciones artísticas repartidas por la ciudad reflejan el compromiso de Mollerussa con el arte contemporáneo y la cultura pública.