La historia de Mollerussa se remonta a tiempos antiguos, habiendo sido un pequeño asentamiento durante la época romana. Sin embargo, fue en la Edad Media cuando la ciudad comenzó a ganar importancia, en parte debido a su ubicación estratégica dentro del Reino de Aragón. A lo largo de los siglos, Mollerussa ha sido influenciada por varias culturas, incluidos los moros y posteriormente los cristianos, lo que ha moldeado su identidad cultural y su patrimonio.
Uno de los eventos culturales más destacados de Mollerussa es la Fira de Sant Josep, una feria agrícola que se celebra anualmente desde el siglo XIX. Este evento atrae a visitantes de toda Cataluña, mostrando los últimos avances en agricultura y maquinaria agrícola, y es una excelente oportunidad para sumergirse en la vida rural catalana. La ciudad también celebra la Festa Major en agosto, con música, baile y una muestra de la gastronomía local.
Entre sus costumbres locales, la hospitalidad y el sentido de comunidad destacan, lo que hace que los visitantes se sientan bienvenidos. Además, Mollerussa alberga varios hitos históricos y religiosos, como la iglesia de Sant Jaume, que es uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad.