El paisaje arquitectónico de Tarragona es una mezcla fascinante de estilos antiguos y modernos. Su herencia romana está presente en muchos de los monumentos más emblemáticos de la ciudad, como el anfiteatro, que en su época acogía combates de gladiadores con vistas al mar Mediterráneo, y el circo romano, que una vez fue utilizado para las carreras de cuadrigas.
Además de los monumentos romanos, la Catedral de Tarragona es otro de los puntos destacados de la ciudad. Este imponente edificio, situado en la parte alta de la ciudad, combina elementos románicos y góticos, y su interior alberga una impresionante colección de arte medieval. Las vistas desde su campanario ofrecen una panorámica inigualable de Tarragona y su entorno.
Entre las atracciones modernas se encuentran el Balcón del Mediterráneo, un mirador popular desde donde se puede disfrutar de espectaculares vistas al mar, y las playas como la Playa Larga y la Playa del Miracle, que son ideales tanto para el descanso como para la práctica de deportes acuáticos. Los museos de la ciudad, como el Museo Arqueológico Nacional, son visitas obligadas para quienes deseen profundizar en la historia de Tarragona.