Villalba tiene una rica historia que se remonta a la época romana, cuando la ciudad ya jugaba un papel importante en la región. Durante la Edad Media, fue una parada destacada en el Camino del Norte, una de las rutas del famoso Camino de Santiago. Su patrimonio medieval sigue siendo evidente en sus monumentos históricos, como la Torre de Andrade, una fortaleza del siglo XIV que solía ser un bastión defensivo clave.
Culturalmente, Villalba está profundamente arraigada en las tradiciones gallegas, con influencias de su pasado celta y romano. Una de las celebraciones más importantes es la «Fiesta de San Ramón,» que tiene lugar a finales de agosto. Durante estas festividades, la ciudad se llena de música tradicional gallega, como la gaita, y los residentes visten trajes típicos, creando un ambiente vibrante y festivo.
Otra tradición importante en Villalba es la romería, procesiones religiosas en las que se combinan la devoción y la celebración social. Estos eventos culturales permiten a los visitantes experimentar de cerca la vida gallega y son una excelente manera de sumergirse en las costumbres locales.