Alfaro tiene una historia rica que se remonta a la época romana, cuando fue conocida como Graccuris, una ciudad fundada en el siglo II a.C. por los romanos. Su ubicación estratégica a orillas del río Ebro la convirtió en un importante centro militar y comercial en la península ibérica. Con el paso del tiempo, fue influenciada por diversas culturas, incluidos los visigodos y los moros, antes de ser reconquistada por los cristianos en la Edad Media.
La ciudad está profundamente arraigada en las tradiciones de La Rioja, y se celebran numerosas festividades a lo largo del año. Entre las más destacadas se encuentra la Fiesta de San Roque en agosto, que incluye procesiones tradicionales, corridas de toros y mucha música. Alfaro también es famosa por su colonia de cigüeñas, que ha crecido significativamente, con más de 100 nidos visibles en la ciudad, sobre todo en el tejado de la Colegiata de San Miguel.
Los eventos culturales y religiosos son una parte integral de la vida en Alfaro, y los visitantes pueden disfrutar de una gran variedad de celebraciones tradicionales que reflejan su historia y su estrecha conexión con la tierra.