Melilla es famosa por su impresionante mezcla de estilos arquitectónicos, que abarcan desde fortalezas medievales hasta edificios modernistas. El monumento más icónico de la ciudad es la Ciudadela, una antigua fortaleza amurallada que data del siglo XV. Situada en una colina con vistas al mar, la Ciudadela ofrece vistas impresionantes y una ventana al pasado militar de la ciudad. En su interior, los visitantes pueden explorar iglesias antiguas, museos y baluartes bien conservados.
Uno de los aspectos más impresionantes de Melilla es su colección de edificios modernistas, solo superada por Barcelona en España. Influenciada por el arquitecto Enrique Nieto, discípulo de Antoni Gaudí, la arquitectura modernista de la ciudad destaca por sus fachadas intrincadas, mosaicos coloridos y diseños caprichosos. Algunos edificios clave para visitar incluyen el Palacio de la Asamblea y la Casa Tortosa.
Además de sus joyas arquitectónicas, Melilla ofrece numerosas atracciones turísticas, como el Museo de Melilla, que exhibe el patrimonio histórico y cultural de la ciudad, y el Parque Hernández, un exuberante parque urbano perfecto para paseos relajantes. Para los amantes de la naturaleza, las playas cercanas, como la Playa de los Cárabos, son ideales para nadar, tomar el sol y practicar deportes acuáticos.