Melilla tiene una historia larga y rica que se remonta a la antigüedad, cuando fue un importante puesto comercial fenicio. A lo largo de los siglos, ha sido influenciada por numerosas civilizaciones, incluidas las romanas, bizantinas y moriscas, que han dejado su huella en la arquitectura y la cultura de la ciudad. En 1497, la ciudad fue capturada por los españoles, y desde entonces ha permanecido bajo soberanía española, a pesar de su ubicación geográfica en el norte de África.
La identidad cultural de la ciudad es una fusión armoniosa de tradiciones españolas y norteafricanas. Esta mezcla se refleja en sus festivales locales, eventos religiosos y gastronomía. Melilla celebra tanto fiestas católicas como musulmanas, como la Semana Santa y el Eid al-Fitr, lo que proporciona a los visitantes experiencias culturales únicas. La ciudad también alberga festivales anuales como la Feria de Melilla, una celebración que dura una semana y que incluye música tradicional, danzas y gastronomía local.
Uno de los aspectos culturales más notables de Melilla es la coexistencia de múltiples comunidades religiosas, incluidas las cristianas, musulmanas, judías e hindúes. Esta diversidad se refleja en los monumentos de la ciudad, con lugares de culto para cada religión ubicados uno al lado del otro, simbolizando el espíritu inclusivo y multicultural de la ciudad.