Melilla tiene una población de aproximadamente 85,000 habitantes, lo que la convierte en una de las ciudades autónomas más pequeñas de España. La población de la ciudad es muy diversa, con una mezcla de grupos étnicos que reflejan sus conexiones históricas y geográficas. La mayoría de los residentes son de ascendencia española, pero también hay una comunidad marroquí significativa, junto con grupos más pequeños de judíos, cristianos e hindúes.
Esta multiculturalidad es uno de los rasgos distintivos de Melilla, con varios idiomas hablados, incluidos el español, el árabe y el bereber. La coexistencia de diferentes comunidades culturales y religiosas ha moldeado la identidad única de la ciudad, contribuyendo a su rico mosaico cultural.