Tudela es un ejemplo destacado de cómo la arquitectura refleja las diversas culturas que han pasado por la ciudad a lo largo de los siglos. La Catedral de Santa María, construida en estilo románico con influencias góticas, es uno de los principales atractivos de la ciudad. Este imponente edificio destaca por sus detalladas esculturas y su impresionante claustro, que invita a una visita pausada. Otro punto clave es el Puente Medieval sobre el río Ebro, que ha servido como conexión entre las dos orillas de la ciudad desde la Edad Media.
En el casco antiguo, los visitantes pueden perderse en calles estrechas llenas de edificios de inspiración mudéjar y renacentista, como el Palacio del Marqués de San Adrián, que destaca por su fachada renacentista. También se puede visitar la Torre Monreal, una antigua torre medieval desde donde se obtienen vistas panorámicas de Tudela y sus alrededores.
Para los amantes del arte y la naturaleza, el Museo de Arte Moderno y el Parque de Otoño ofrecen opciones ideales. Además, el Parque Natural de las Bardenas Reales, a pocos kilómetros de la ciudad, es una atracción obligatoria por su espectacular paisaje desértico y sus rutas de senderismo.