Históricamente, la economía de Cabañaquinta ha estado impulsada por la agricultura, la ganadería y la minería. La región cuenta con ricos yacimientos de carbón, lo que fomentó una próspera industria minera durante gran parte del siglo XX. Sin embargo, con el declive de la minería, la localidad ha comenzado a enfocarse en el turismo, aprovechando su belleza natural y patrimonio cultural para atraer a los visitantes.
El turismo es actualmente una de las industrias en crecimiento en Cabañaquinta, con un enfoque en el ecoturismo, el turismo rural y las actividades al aire libre. La ubicación montañosa del pueblo lo convierte en una base ideal para quienes desean explorar los parques naturales cercanos y disfrutar de la tranquilidad del entorno. Además, la agricultura y la producción artesanal siguen siendo importantes, con agricultores locales que ofrecen productos frescos y tradicionales, como quesos, sidra y embutidos.
Cabañaquinta también es conocida por su artesanía, en especial la carpintería y la metalurgia, que se han transmitido de generación en generación. Estas industrias tradicionales, aunque de pequeña escala, siguen desempeñando un papel fundamental en la economía local y en la conservación de las tradiciones del lugar.